VERSOS QUE ALIMENTAN
Amigo de los finos versos
macerados en la concavidad
de tu alma,
que se eleva con azules rosas
hasta alcanzar
el cielo de mi añeja ciudad.
Amigo de estirpe pura
que cabalgas
por los senderos agrestes
echando al viento
ramitos perfumados
de tu eternidad.
Poetas como tú,
admirables guerreros
de las letras,
no hallaremos ya más
en los oscuros
pasadizos del tiempo.
La elegancia innata
de tus canciones
las llevo apacibles en mi pecho
cual un sano alimento.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
"Nuestro huerto de música y versos"
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