Viajero
Destruíste la carne pura del hombre
libre,
en paz con los universos de toda la historia,
de armónico canto en los espacios inmortales,
donde habitaban las enérgicas fuerzas dueñas
de la tierra,
de todas las semillas que nutrían la boca del guerrero,
que construyo los pilares de los faros,
que guiaban los astros que paseaban saludando,
el exacto compás de todo movimiento,
de todo lo perfecto.
En maderas pobres, vestido de poderes que nadie,
en los celestes campos estrellados
había pensado,
ni jamás decretó en las mesas del olimpo
inmaculado,
trajiste la voraz consigna, de arrebatar todo
grito libertario,
de las montañas donde dormían las almas
de los soles
enamorados ,de la mazorca que obsequiaron
los pensamientos celestiales, para el moreno
caminar
y su sentir profundo en lo creado,
desde siempre.
Te llevaste el oro encontrado ,mas no los pilares
del templo
donde habitan los dioses creadores del verdor
hermoso
y los amarillos barnices sagrados.
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