ENCUÉNTRAME / TE ENCONTRARE. Dueto de Madusa y Jesús Quintana.

ENCUÉNTRAME

Si tu corazón llora por un amor perdido
encuéntrame en la sonrisa de un pequeño niño,
tal vez, no logre amarte..., pero te daré cariño
aunque un día por ti, también lloró el mío.

Secaré tu llanto y curaré tu herida,
encuéntrame a la orilla de cierto camino
allí estaré, será nuestro destino
tomados de las manos idearemos la salida.

Si te pierdes en el trayecto y desvías el sendero,
encuéntrame en la sombra de una noche oscura,
observa con cuidado aquella débil figura
tendiéndote su mano con afecto y con esmero.

Si los minutos se te extinguen y solicitas un plazo
encuéntrame en la brisa que incita al arroyuelo
a recorrer con visible prisa por aquellos senderos,
que un día visité colgada de tu brazo.

Encuéntrame en los poemas que del alma nacieron,
en aquellas memorias que guardamos en el pecho,
en los árboles gigantescos, las flores, los helechos,
en los ríos cuando sus aguas al mar se las cedieron.

Encuéntrame allí, donde emerge el sol naciente,
donde canta la cigarra, en la campiña en la floresta,
en el roció que los Capullos delicadamente besa,
encuéntrame aquí, aquí, estoy presente.

Encuéntrame, Encuéntrame.

Madusa.

Te encontraré.

Tus palabras hoy penetran el recinto
donde otras voces nunca se adentraron,
saben acariciar las carnes del instinto,
iluminan en mi lo que otras apagaron.

Te mostraste un día, casi sin anunciarte,
imperceptible sombra de letras y poesías;
te filtraste en mi vida y al punto empecé a amarte,
siendo tu prisionero en cadenas de caricias.

Lejos estás de mí, y a la vez tan dentro
te encontré y sé que jamás podré perderte.
y tan presente estás en mí que encuentro
imposible mirar algo sin verte.

Te encontraré amor en la sombra de mi lecho,
y abrazada a mi dormirás sin despertarme;
sabré que estás que allí, sobre mi pecho,
y esperaré que empieces a besarme.

Al encontrarte te sentaré en mis rodillas,
y envolveré tu cuerpo con mi abrazo;
enterrarás en mi hombro tus mejillas,
y sonreirás en la paz de mi regazo.

Al encontrarte esta noche invadiré tu espacio;
y aunque estrecho dormiré sobre tu pecho;
y aunque tuviera amplitud de palacio,
me lo imaginaría muy pequeño,
para abrazarme a tí durante el sueño.

Jesús Quintana Aguilarte.