Cuando la pena anida en el alma
se siente muy cerca sus dagas cercenando nuestros sueños.
Cuando el dolor toca nuestros ojos
sentimos su lanzada profunda.
Ay, la pena hoy quiso dormirse entre mis huesos
Sombrear mis pasos
y aniquilar mis sueños.
Yo mujer guerrera indomable
No he podido con ella.
Me vence son sus halcones del miedo
con sus constantes malestares.
¡Estoy…
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