Por fin pude ayer comer en familia, como todos los sábados. Mi hermano Paco, después de los 14 días de aislamiento, ha sido analizado de nuevo por PCR y ha dado negativo. Se le notaba en la cara y en su media lengua, a la que no daba descanso y con la que pretendía llenar el vacío verbal del último confinamiento y explicarse ante nosotros algo mejor que habitualmente. Seguimos sin entender su positivo porque, hasta donde alcanza nuestro sentido común, no podemos asumir cómo es posible…
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