Ha pesar del tiempo transcurrido, sigue persistiendo en mi memoria el grato recuerdo, de aquella mirada tan especial, salida de unos ojos color miel. Como olvidar esos labios sedientos aquella noche junto al mar, en el umbral del puerto de la ilusión. Suelo contemplar con frecuencia las estrellas del firmamento, pero no logro encontrar una sola con la misma intensidad del brillo de tus ojos. Se de forma sobrada, que en su momento, te consideré la energía que necesitaba mi ser, agua que mitigara mi sed, amado momento, y dulce despertar. ¡Un buen motivo para alegrar la efímera existencia!.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA