Hoy la lluvia cae con lentitud y parsimonia...el cielo muestra una tonalidad grisácea, y la noche espera pacientemente el momento de hacer acto de presencia.
Miro una y otra vez por la ventana, y aprecio un entorno etéreo y vaporoso.
¡Como anhelo sentir tus caricias en este atardecer lluvioso!!
¿Podré ver cumplido ese deseo?
Mucho me temo que no. Es tan grande la distancia que nos separa, que seguro estoy resultará imposible.
Mi boca te llama, pero mi voz, no llega a tus oídos..
Aquí estoy, estático, con el pensamiento en vuelo, escuchando el crepitar de la lluvia al romper sus lágrimas transparentes en los cristales..
Mis labios tibios y huérfanos de cariño, desean tus besos..
mis oídos, tu risa, y mis ojos tu alegría.
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