Te pido por favor, que no me analices ni definas,
limítate a darme un efusivo abrazo...
Es muy posible, que la brisa del atardecer, despierte
de nuevo en mi ilusión, para dispensarte la atención
que tanto te mereces.
Confieso, que por temor, quise apagar mi fuego, y
secar el pozo de los deseos, para cubrirlo con una
capa de arena, pero las ascuas del amor, no desistieron,
y seguí alimentando mis pensamientos.
Todo cuanto tiene principio, se transforma y termina.
¡Las personas, son el propio espejo de los que llevan
dentro!!.
Si el corazón, tuviera la facultad de hablar con libertad,
¡cuantos misterios dejarían de serlo!!.
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