Hace bastante tiempo, que me he dado cuenta, de haber dejado
la niñez, sin apenas desearlo.. No deseo perder sin motivos, ese tren que
transporta tantos momentos vividos.
Pretender, evitar la ocasión, de sentirme robado al despertar cualquier mañana,
resultaría mucho pedir?
Abandoné mi ocupación, de buscador de pepitas de oro, y lo único que
me queda en el cedazo, son diminutas piedrecillas de cantos rodados,
y algo de arenisca..
Me he sentido, infausto, sombra, silencio, humo!!
Clausuré mi cabaña a orilla del río, y regresé, para descartar
la duda, de que sea mi corazón, una sombra de mis sentimientos.
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