El gemido de la nada se convierte si apenas desearlo, en un sonido
constante en mi mente. Mis anhelos son como una paloma sin alas
que intenta levantar el vuelo. Juntos siempe juntos era tu letanía,
¡que recuerdos los que se lleva el viento! ¿Acaso puede ser más
difícil quererte que contar los granos de arena del mar? Tengo las
manos vacías de promesas, pero ávidas de sentir de nuevo tu piel
suave, cálida y nacarada. ¿Puede acaso el sauce vivir alejado del
agua que lo nutre? ¿Puede disiparse el aire para evitar ser inhalado?
¿Puede el río, cambiar su curso natural? o está obligado a seguir
su camino hacia el mar. Existe un cielo natural, la tierra gira en
su danza eterna, y la armonía es vital para que todo funcione.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA