Conciente
No existen brumas que entorpezcan mi mirar ,
cuando
navego por el mar de tu recuerdo.
Te contemplo en los claros cielos de la mañana
calma,
en los profundos roqueríos de mi corazón secreto,
que
solo siente tu partida dejando huérfano, mi amor
fecundo.
Por qué te marchaste ,sin escuchar los ecos de
mi voz
que te llamaba,
pidiendo tu presencia en los sentidos de mi cuerpo,
en los enérgicos suspiros de mi alma inquieta porque
te perdía
en los silencios, del boscoso manto de los caminos
de esta vida
que construíamos, tomados de las manos por los
extensos senderos
llenos de filosas piedras muertas.
Se han borrado nuestras firmas ,en los escritos de
la
promesa de amor eterno.
Han partido las bandadas a buscar las semillas de
su sustento,
en los campos,
en los molinos de los vientos que traen pequeños
granos,
extirpados de las siembras,
solo quedándome con tu recuerdo y
el diáfano beso ,de los inicios de nuestros
primeros sentimientos.
Has marchado,
te has ido ,pero siempre estarás presente, en
mis horizontes inconcientes,
y en el haz de luz que atraviesa hasta las tintas de
mi verso,
que dedico a tu sonrisa,
a nuestros besos.
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