Con el paso del tiempo, nos damos cuenta, que ciertos recuerdos,
dejan de causarnos daño, pues ellos, se pierden en la lejanía, y en la oscuridad
de la noche..
El alma, deja de emitir lamentos, por estar saturada de celos infundados,
y harta de soportar angustias innecesarias, enfrentándose a un vivir
sin vivir!!.
Todo regresa a la normalidad, cuando llega de nuevo la serenidad perdida,
y el sosiego necesario.
Llegado ese momento, los recuerdos, se esfuman del mismo modo que
lo hace el humo de la hoguera, y se pierden en el tiempo culminando
una etapa que en su momento fue agradable..
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