Mi gran deseo, es verte como clavel encendido de sueños,
y no como moneda de plata, que suele guardarse en el
cofrecillo de caoba tallada.
Nuestros ojos, en ocasiones no ven, tan solo sueñan
con encontrar lo que buscan!!.
Muchas veces, tenemos las cosas delante nuestro, y
no logramos verlas, entiendo que eso obedece a tener
el alma sometida a ciertos desvaríos.
¡ay alma mía!!, no entiendo el motivo por el cual,
decidiste volar con tanta premura, y hacerlo con alas
que no eran tuyas...
No sabes cuanto me alegra saber, que has llegado
a entenderme sin apenas emitir palabras!!.
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