Dulce locura
Amo tu voz melancólica y pausada,
Muero por tus arrebatadas caricias,
Vierto para ti mis lacónicas sonrisas,
Y mi existencia para ti es llamarada.
Dime corazón, que aún soy el dueño,
De tus besos, del sol de tus lindos ojos,
No admitas que pase la vida en enojos,
Y que tu huida haya sido un feo sueño.
Enquistada te llevo entera en el alma,
Por tu amor he sufrido humillaciones,
Por favor, no me brindes decepciones,
Regálame un espacio de calor y calma.
Es seguro que nunca pueda olvidarte,
Cuando se quiere con fe y con delirio,
Ya he soportado estático el martirio,
Necio y ofuscado no dejaré de amarte.
Escucha magnánima la voz de la razón,
Juguémonos por la vida o la muerte,
Quizá tengamos algo de buena suerte
Y forjemos en la vida un sólo corazón.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA