El día, cierra la puerta esperando a su amiga
inseparable la noche.
Cuando aparece el alba, en sus manos, se abre
el libro del tiempo y, el sol pasa páginas, mientras, en los
balcones las flores se frotan los ojos.
¡Si hablara el día, anunciaría la noche, pues no sabe
dormir salvo en sus brazos!!
El viento del amanecer, es quien posa su mano derecha
en el hombro de la rosa, metiéndose la izquierda en el
bolsillo, para convertirse en un vulgar ladrón de perfume.
El aire, es el único amante que se permite dormir con
el fuego en la misma cama, sin tener que firmar las
cartas que escribe...el es,el dialecto de la naturaleza,
pues no necesita sillón para sentarse.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA