Te regalo, una sonrisa para que la guardes, un día de sol con tu
nombre, el aroma de las flores, y esa música que tanto te
gusta.
Puedo ofrecerte mi mano si la necesitas, llenarte el alma, con
palabras que puedan servirte de ayuda, haciéndote menos
dura la soledad...
Los ojos del mundo, han perdido el brillo propio, y parte de su encanto,
pero aún mantienen su interés de recuperar su felicidad.
Se que hay silencios que lo dicen todo, y muchas palabras que
apenas dicen nada, a pesar de la buena intención despositada.
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