Para estar bien con los demás,hay que estar bien con uno
mismo.Ahora que hemos llegado al tercer milenio,estamos
tan acostumbrados al contacto con las multitudes,la radio,
la televisión el ordenador, que hemos olvidado como es el
estar solos con nuestros pensamientos.
Son muchos, los que sienten cierto temor cuando abandonan
el ajetreo diario, para internarse en los rincones de la mente.
Estamos tan habituados a que piensen por nosotros- nuestros
superiores, los especialistas,los medios de comunicación-, que
nos sentimos perdidos en un espacio tan inmenso.
Eso hace, que rehuyamos el silencio y la soledad, buscando
cualquier cosa que nos sirva de distracción. No obstante,
nuestra felicidad, depende del conocimiento que tengamos
de nuestras necesidades y limitaciones. Es probable que
ignoremos aspectos de nuestra personalidad que están
condicionando nuestro presente.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA