El Sentir.
Expío mi sonrisa ,condenada al cadalzo de los años.
Son ellos los que condenaron mis labios, a no sentir
el feliz momento del amor libre como los aires.
Siento que debo restituir el extraviado momento, del
encuentro con tu cuerpo.
Besar tu dulce piel, bañada de azúcares perfumadas
por el enjambre de mil flores.
Convertido en el defensor de mis sentimientos,
de dichas multicolores.
Te busco, en el intenso sueño de mis pensamientos,
para que escuchemos el trinar de los pájaros, en la
primavera fecunda,
vigorosa en sus planteamientos, de ver el
mundo transformado en veredas de tonos verdes,
rojos, como la sangre de nuestras venas que arden,
por el
deseo de poseernos en las habitaciones, del destino
común
maravilloso.
En el zenit de nuestros sueños, te expreso que uses
en tus vestimentas, el
azul de los cielos,
el brillante titilar de las inquietas estrellas, que juegan
en tus cabellos.
El embravecido mar de las tormentas ,en aquella
mirada tuya
que subyuga mi cuerpo.
Con aquellos ropajes, de la feliz promesa de
mundos soñados,
cumpliré,
mis anhelos prohibidos, de desnudarte en las arenas
que enamoran a las brisas de la tarde.
Sentir que las cadenas de la perpetua condena, de
no encontrarnos
en las esquinas del destino,
han sido cortadas por el artesano de nuestros
sentimientos,
para caminar unidos por toda la existencia.
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