Ella es como el arco iris, le embarga la tristeza cuando se disipa, pero a pesar de ello mantiene su sonrisa. Ella es como los buenos vinos, la edad estropea los malos, pero mejora los buenos. Suele soñar despierta, vive sus ilusiones mientras espera la llegada de esa persona especial, que le susurre al oído palabras llenas de elogios de verdad y sentido común. Tan solo se deja llevar por la conciencia, pues entiende que en ciertas ocasiones el corazón nos suele confundir. Sabe que toda persona tiene su propia belleza a pesar de que algunos no sepan verla. Está plenamente convencida que lo importante de la vida es saber lo que piensa de ella misma, y no lo que piensen los demás. Se siente un alma libre por esa razón, los deseos y la voluntad son suyos.
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