FATALIDAD
Dolor que se clava como dardos en el alma,
Luciérnagas que no paran de volar con su tenue luz,
Ladridos de perros hambrientos deambulando en la noche,
Incoherencias que brotan del pensamiento gris.
Siempre será la rutina del hombre en sus pesares,
En la historias desde el principio de los siglos,
Con el grito de guerra en sus labios
Y el arma lista para un estúpido combate.
Nada se cambia, todo se repite incansable,
Naturaleza que se pierde en el fondo de la batalla,
Dónde se quedaron los sentimientos, y respeto
Dónde se quedo el amor que fue chispa de pasión.
Desaparece de pronto las virtudes y religiones,
La fe se apaga ante tanta miseria y destrucción,
Regresa tiempo del amor y la dulzura
Sana mi herida y calma el llanto permanente
de mis obscuros y cansados ojos.
Luis G Machado S.
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