Hay horas, que permanecen escritas en el cielo, también
algunas palabras, por esa misma razón debemos cuidarlas.
Resulta conveniente, vigilar las horas cuando el destino
avanza, buscando la frontera entre el día abierto y la noche
cerrada. Todo tiene su parte de importancia, incluso el
saber escuchar el sonido deseoso, que producen los sueños al
llegar el nuevo día...
Sabemos, que fallece la noche para darle su merecido
descanso a las estrellas, y a la luna que alumbra los
senderos, exaltando los sentidos e inspirando a los
grandes amores..
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