Hoy el día se muestra bien tranquilo con su correspondiente luz
y sus sombras.Estoy convencido que no procede de la tierra de
las profecías, -pues en ese lugar- tengo entendido, que por
momentos el día se torna tímido y adormecido.
He visitado el mar cercano a mi residencia, y aprecio que sus
tonos verdosos azulados está más resaltados, lo que sigue
inalterado es el blanco de las cresta de sus olas. Considero
que presenciar esta agradable vista, sirve para llenar el hueco
de mi corazón, el cual anda perdido en medio de la vorágine.
Se mantiene activo por su deseo de seguir contemplando los
preciosos colores de la primavera, reconociendo la verdad
anidada en las palabras pronunciadas con sensatez y cordura.
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