Sobre mi rostro algo cansado por el transcurrir del tiempo, caen gotas mojadas de lluvia...ellas, se muestran desnudas, puras, y me humedecen el alma!!.
Me refugio tras los cristales del ventanal de la habitación para seguir contemplando su incesante monótono y cadencioso caer; al llegar al suelo, crepita formando ligeros círculos concéntricos que terminan difuminándose en apenas escasos segundos..
Se, que ella moja el amor, pero no logra apagar el fuego de tus besos el permanece instalado y arraigado con fuerza..
Ambos, anhelamos mantener un nuevo encuentro, y de ese modo comulgar con dulzura el encanto venidero..
¡Comer de tu boca como granada abierta, y beber de tu piel suave como la seda de Alejandría!!
Al despertar del diminuto sueño, aprecié que habías inundado mi alma y mi mente, también noté que a mis labios, le habías arrebatado un beso furtivamente.
Para llegar hasta mí, utilizaste el atajo que lleva tu nombre.. pero al partir, dejaste en el aire un suspiro; éste fue quien me confirmó tu fugaz visita.
Ven de nuevo, desnuda tu alma con lentitud como si de un ritual ancestral se tratara...Mientras llega el momento, permaneceré al amparo de la luna resplandeciente, para más tarde despertar con la luminosidad del sol del amanecer..
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