La hoja de un árbol puede ocultar la luna. Si ponemos la hoja delante de nuestros ojos, estará tan cerca que no podemos verla como es. Sin embargo si la alejamos de nosotros, la podemos ver tal y como es. Eso mismo puede suceder con multitud de cosas.Las montañas. los ríos. las nuebes, todo se vuelve visible si nos quitamos la hoja de nuestros ojos. Cuando se trata de cosas de nuestra propia vida, también pueden estar demasiado cerca para que podamos verlas con la perspectiva adecuada o apropiada. Pero si las vemos con la distancia justa, apreciaremos el maravilloso paisaje que nos rodea. Es una teoría muy vieja en el tiempo, pero no deja de ser una gran verdad.
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