La esperada luz regresó en el preciso momento, que se disipó la densa niebla que había atrapado la mañana. Tan solo algún que otro ruido, emitido por las urracas hacían
presagiar, una noche tan oscura que podían ser causa aparente de perderse las miradas insistentes.
Momentos más tarde, la sombra se tornó resplandor, y en canción de primavera, los enormes nubarrones bien cargados de agua.
Diluvió,luces, soles y sombras, mientras tu lograbas
perderte en mis sueños...
¡Los ángles en contadas ocasiones, suelen llegar a conocer
las muchas miserias que tenemos los humanos!!
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