Nuestra mente no está organizada como si fuera un ordenador, que nos puede brindar una copia impresa de los argumentos racionales a favor y en contra de una determinada decisión, basádose en todas las ocasiones anteriores en que hayamos tenido que afrontar un situación similar. En su lugar, la mente hace algo mucho más elegante como es, calibrar el paso emocional, que han dejado las experiencias previas y darnos una respuesta en forma de presentimiento o sensación visceral. El inconveniente surge, cuando el presentimiento no parte de los estímulos externos, sino de prejuicios o distorsiones del propio observador. Un barómetro emocional que está mal calibrado, nos provoca cierto sufrimiento y nos lleva a comportarnos de forma un tanto caprichosa ante los demás, con ello sentiremos un rechazo que minará nuestra autoestima.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA