Lejos quedaron los vestigios de aquella prolongada
ausencia, que decidió permanecer anclada en la fina
arena de la esperanza.
Hoy plantaré nuevos lirios y azucenas, para engalanar
el entorno, y pintaré un marco en el cielo, dentro del
cual podrán, jugar esas aves argentas, a la tibia luz
del atardecer otoñal.
¡Presiento que más pronto que tarde, llegará el deseado
día que me llene de paz!!
Las palabras, suelen romper el silencio, acortan la
distancia, y nutren, en cambio, hay tras que no
dicen nada.
En estos momentos, danzantes aromas, perfuman mis
pensamientos, dibujando sueños sutiles en el alma!!.
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