Es un error pensar, que nuestra felicidad depende sólo de comer
de forma equilibrada y hacer ejercicio regularmente, a pesar de
que ambos son necesarios. Dado que la alegría, es la emoción más
genuina del bienestar, debemos tonificarla con estas tres leyes:
- La ley de la resistencia al estrés. Lo importante no es lo que nos
pasa. Por lo tanto, una forma de cuidar nuestras emociones, es no
ceder al estrés. Antes de que nuestro sistema anímico nos pase
factura, debemos reajustar el ritmo de vida.
- La ley de la elección emocional. Si ser conscientes de nuestros
sentimientos, es esencial para nuestra vida, hay que promover las
situaciones y personas, que generen una respuesta emocional
positiva. Cuando llegue el sentimiento negativo, hay que reciclarlo
en su vertiente útil y positiva.
- La ley del desarrollo de la motivación. Cuidar la emociones
depende también, de que sepamos desarrollar nuestro talento.
Las personas que invierten sus energías en actividades que les
aporta buenos resultados, tienen una mayor autoestima y son
más resistentes a los contratiempos.
" Si de verdad quieres ser feliz, no caigas en la tentación de
comparar, este momento, con otros del pasado, los cuales no
supiste disfrutar, porque los comparabas con los momentos
por venir"
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