Disfruta de las pequeñas cosas, porque tal vez un día,
vuelvas la vista atrás, y te des cuenta de que eran las
cosas grandes. Este es un hecho que resulta muy evidente,
para las personas a las que, tras haber llevado una vida normal,
un accidente o una enfermedad, les ha relevado que esa
normalidad, estaba colmada de milagros cotidianos, que no por
ser pequeños, son menos valiosos.
Lo que sucede, es que a menudo nos hallamos tan inmersos
en nuestros propios problemas y anhelos, que estamos ciegos
a cuanto sucede a nuestro alrededor. Cuando intelectualizamos
el mundo, empezamos a perder los detalles que le dan sentido,
especialmente si reducimos nuestra jornada a una agenda cargada
de obligaciones y prisas.
¡La vida es tan sofisticada en lo grande como en lo pequeño!.
Tanto si miramos nuestra galaxia, como si prestamos atención
a la estructura de un copo de nieve. Lo sublime, anida en todas
partes si somos capaces de desempolvar nuestros sentidos y
nos abandonamos a la belleza de la vida momento a momento
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA