Los amantes, con la primera luz del día, suelen romper el encanto mantenido en el transcurso de la noche, acompañado por la pasión, con la finalidad de regresar al mundo de las obligaciones, pero manteniendo en la memoria recordado con sumo agrado.
En la memoria, permanecen cautivos, los besos y ternuras ofrecidas con gran generosidad, como no puede ser de otro.
Quizás, debamos en su momento, desafiar la tormenta con palabras que lleguen al silencio más evocador, intentando ser esa queja, que llega algo vencida a la luz de los luceros nuevos...
¡Es necesario, plantar semillas de optimismo y amor, para recoger mañana frutos de alegría y felicidad!!.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA