Esta fobia tan común, no es exclusiva del mundo empresarial, nace de una incapacidad para afrontar los problemas y diferencias que suelen surgir de forma un tanto cotidiana. Para muchas personas, discutir significa atacar, es decir tratar de intimidar al otro para imponer su opinión. Pretender vencer por la fuerza, por ser incapaces de convencer. Pero confrontar, en ningún caso puede significar ser agresivo. Bien entendido, confrontar significa aprovechar el talento de los otros, aprender de ellos, y de ese modo encontrar nuevos caminos. En lugar de prestar nuestros ojos a posibles amenzas externas, si invertimos nuestras energías en intentar comprender a los demás, impulsando nuestro propio viaje al futuro, viviremos de forma mucho más productiva.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA