El torrente de información que nos embriaga de forma cotidiana, produce a menudo "miopía emocional". Es decir nos damos cuenta de los males del mundo a gran escala, pero cerramos los ojos a cuanto sucede a nuestro lado, que es donde tenemos un poder de intervenir. Al final los grandes cambios se producen como suma de pequeños gestos que terminan transformando la sociedad. Sin lo pequeño es muy difícil llegar a alcanzar lo grande. Tal vez porque es mucho más cómodo lamentarnos, que hacer algo concreto por modestas que sean nuestras fuerzas. No debemos olvidar que el día a día, sirve para hacer más facil la vida a los demás, y que el amor y la amabilidad son contagiosos.
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