Existen personas que en ocasiones muy especiales, no suelen hablar con la boca y las cuerdas vocales, lo hacen con la mirada.Cuando estamos a su lado, nos sentimos río y viento liviano, en medio de la una noche romántica, debido a que esa persona es como la hermosa melodía de una canción apasionada. Solemos verla como la reina del alba, y lucero de la mañana que da cobijo a las estrellas huérfanas carentes de sosiego. Os diré que ese afortunado día que llega ante nuestra presencia y nos mira, podemos comprender que nuestra vida empieza a tener un sentido totalmente nuevo.
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