Hay que vivir cada día como si fuéramos a escalar una
montaña. Una mirada ocasional hacia la cumbre, mantine
la mente objetiva. Hay que subir con lentitud pero de forma
constante, disfrutando de cada paso y cada momento. Si la
gente que se preocupa por sus problemas, pensara en las
riquezas que pasee, dejaría de preocuparse- ¿Venderías tus
dos ojos por un millón de euros, o tus piernas o manos?.
Aprecia lo que tienes, y te darás cuenta de que no lo
venderías ni por una buena parte de todo el oro del mundo.
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