Paz musical
El otoño se ha perdido,
se alejó de mi puerta;
y ya no viene caminando
de la mano de Aquel
que amo.
Antes colgaba de mis hiedras;
se trepaba por los árboles,
y desde allí extendía
su vaho de misterio,
su niebla de tristeza
hacia mi alma.
Tristeza dulce
como trino de ave
que emigra.
Honda como valle
que se extiende
hacia donde mis ojos no alcanzan.
El otoño duerme
entre flores eternas
y tiene paz y música.
A Él se parece
con sus pies descalzos
mojados de lluvia.
Cuando amanezca
me traerá lirios blancos
desde lejos.
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