Amor mío eres la eterna primavera de mis tiempos. No esperas que los inviernos cesen ... su hablar. Siempre estás ,siempre estás. Vives en mi corazón, que trémulo ante tu presencia, te saluda con su rojo caminar . Me basta tu presencia, para sentir que mi alma, logra la felicidad total. Que las hojas de los aromos, al escuchar tus pasos, piden a los vientos que acompañen su sinfonía de amor, que a ti dedicarán. Que serás por siempre, el brillo que mis ojos en el Sol ,han encontrado en su caminar. Que te has convertido en las flores, que de los jardines sagrados, nadie despojará Ya las campanas de la pequeña iglesia, han detenido su tocar. Tú seguirás eternamente siendo el maravilloso sonido, que abren las puertas del campo celestial
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