Cuando nos lo preguntaban de pequeños, cerrábamos los ojos
y respondíamos desde el fondo de nuestra alma. Este tipo de
propósitos raramente se hacen realidad, de lo contrario el
mundo estaría lleno de bomberos, policías, actrices y pilotos.
Sin embargo no deberíamos perder la inocencia que nos
impulsa a proyectar nuestra vida tal y como la deseamos.
En realidad nunca somos mayores del todo. Día a día y
momento a momento, estamos diciendo qué queremos ser
de mayores, porque el ser humano está capacitado para
crecer de forma ilimitada a lo largo de toda su existencia.
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