A medida que pasa el tiempo -nuestro amigo inseparable- y acumulamos experiencias, nos percatamos que a cerca del grato arte del amor, poco es lo que sabemos.Yo mismo puedo compararme con un adolescente que se enfrenta a su primera vivencia de pareja. Comprendemos la necesidad de pasar por el trance de ver dolorida el alma, en su parte más sensible, para apreciar y entender -en la medida que sea conveniente- hasta donde llega el dolor que en ciertas ocasiones produce el tan taraído y llevado dichoso amor. Jamás llegaremos a entenderlo si tan sólo hemos jugado a querer.¿Cómo se puede saber a cerca de los besos de amor, si jamás se han dado?.
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