Reconozco, que me atraen los campos fértiles, con aroma de semillas, deseosas de germinar; el mar bravío, y el cielo azul con nubes algodonosas..
Me encantan, los caminos poco transitados, mostrando las pisadas de esa gente que decidió caminar por ellos, dejando su aroma personal..
Me atrae la mirada de unos ojos negros como la propia noche, emanando ternura, comprensión y sosiego...
Me gusta, contemplar el amor verdadero e incondicional que permanece a la espera de su pareja soportando las inclemencias del tiempo..
Admiro la luz y la sombra, el día y la noche, y contemplar la sensualidad proporcionada por el contorno sutil,de un cuerpo de mujer..
Admiro los corazones confundidos, que no pierden la esperanza de alcanzar el destino deseado..
Me identifico -en grado sumo-, con los atardeceres rojos y azules, con las olas que rompen cadenciosamente sobre las rocas estáticas, negras, revestidas con un ligero manto verdoso de algas yodadas..
Reconozco, que me encanta contemplar el vuelo de las gaviotas blancas con pinceladas de color ceniza, jugueteando, emitiendo graznidos, que se quedan colgando del aire...y ¡ como no!!, siento placer, por las caricias que nos regala el suave viento del atardecer primaveral..
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