Un caminante, llega a un pueblo y se dirige a un señor
de avanzada edad, que en esos precisos momentos,
se encuentra sentado en el porche de la casa
de manera ociosa y le pregunta. ¿ Sabe usted buen hombre
a donde va esta carretera?.
Nunca he visto que vaya a ningún lugar.
Mire usted, cada mañana, cuando me levanto de mi cotidiano
descanso, miro por la ventana y siempre está ahí.
Lo que quiero saber, es si tengo que cogerla para llegar
a Sotomayor.
No tiene ningún sentido que lo haga: allí ya tienen una.
Supongo, que usted ha vivido aquí toda la vida-comenta el
caminante-, y el le responde con aplomo:
Todavía no.
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