en el confesionario donde declaro que mis
sueños de amor, no son un engaño,
en aquel sagrado lugar, donde confieso...
que te amo ,sin ocultar jamás mis sentimientos,
ni menos lo que desean mis labios,
pido perdón por amarte hasta que mis
ojos ,no miren nunca más tus manos,
sin temor a lo santo de todos los años,
que mi amor es tan puro, como leches que
en la mañana se han ordeñado,
que tu eres para mi, muelles de navíos de
profundos calados,
que sin ti no hay monedas que en los mercados
valgan,
que si me faltas, buscaré oscuridades ,y no
días claros,
es en ese sagrado lugar ,donde confesaré que
eres para mi ,la dueña de mis miradas,
que tus cabellos son hermosos hilos de sedas
en el oriente trabajadas,
que mi culpa es sentir tu tibio cuerpo desnudo
en frías madrugadas,
que aceptaré mi castigo de amor, que el sagrado
sacerdote, impone a los que aman almas
de sentimientos nobles...,
como procesiones, que en honor a Dios por las
calles marchan.
RaulFilippiderechosreservados2017
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