Viajando inmerso en mis sueños,puedo contemplar infinidad de siruaciones y procuro no tropezar con las rocas del dolor y la desventura. Es un placer contemplar la ribera de mi río preferido discurriendo por su curso sinuoso pero tranquilo. A bordo de mi sueño, atravieso el arco iris de ese beso deseado, que me sirve
para apaciguar la pasión clandestina de furdirme con su cuerpo.
La noche me pertenece pero te la quiero ofrecer, le pondremos música y seremos libres para cabalgar a lomos de nuestra estrella,
hasta alcanzar aquel valle -antes visitado- para que su brisa nos
acaricie. ¡Sequiremos volando sin equipaje y sin tiempo!!
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