Verde triste
La ambición no descansa
no la detiene ni el clamor
de las voces del mundo
y sigue destruyendo la tierra,
el hombre se queda sin casa
hipotecando el futuro
sigue avivando el fuego
más parece no importar nada,
como duele esta selva
se hace de lágrimas su inmenso río
al oscurecerse de humo del cielo
al ras se va muriendo la vida,
basta ya
grita el bosque en su clamor
por las aves, reptiles y otras especies con color
grita bien fuerte, basta ya.
Elias Almada
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