El Día del Lector
El Día del Lector lo celebramos el 24 de agosto para homenajear en su natalicio a un gran escritor argentino como lo es Jorge Luis Borges. Esta fecha fue establecida por la Ley 26.754 en 2012, con el objetivo además de promover la lectura y la cultura a través de actividades de divulgación y reconocimiento de la obra de Borges. Pero en verdad la literatura Argentina se nutre de otros grandes autores y la entrerriana tiene más que interesantes aportes en esta disciplina del arte.
Así que aprovechamos la oportunidad para rescatar y destacar a algunos de ellos y recomendar su lectura:
José Seferino Álvarez "Fray Mocho":
José Seferino Álvarez, cuyo seudónimo era "Fray Mocho", nació, en Gualeguaychú (Entre Ríos), el 26 de Agosto de 1858. Luego, durante su niñez y juventud, se desarrolló con un espíritu travieso, fino y sutil, que no lo abandonó en el curso de su existencia. Más tarde, triunfó como periodista y escritor siendo ameno, festivo, ilustrado y de estilo muy depurado. Escribió varios libros, entre ellos, "En el Mar Austral", "El Vigilante", "Viaje por el país de los matreros", "Salero Criollo", donde "el paisajista y el costumbrista hizo gala de la exuberancia de su inspiración, de lo penetrante y exacto de sus observaciones, y de la generosidad siempre pródiga de su ingenio". El escritor español Don Mariano Joaquín Lorente, en prólogo de "Salero Criollo", dice de él: "Porque era y es aún el Mocho uno de los grandes escritores argentinos, no sólo por su estilo, sino porque ha retratado la vida argentina con maravillosa fidelidad, brillante colorido e inimitable buen humor". Álvarez falleció, en la ciudad de Buenos Aires, el 23 de Agosto de 1903, a poco de cumplir 55 años. La gacetilla, con que un diario de Paraná anunció su muerte, expresó: "El inquieto alumno de la escuela de Gualeguaychú, el insoportable estudiante del Histórico Colegio del Uruguay, el político, alumno, Maestro de la Escuela Normal de esta capital, que le valió una expulsión, el periodista por vocación en más de 30 años de rudo batallar y Director hasta ayer de la más popular y original revista de la República, "Caras y Caretas", ha muerto".
Amaro Villanueva:
Nace en Gualeguay, el 13 de septiembre de 1900 y falleció en Buenos Aires el 5 de agosto de 1969. Fue poeta, narrador, ensayista, periodista y fundador de la Academia Porteña del Lunfardo. Ejerció la docencia y fue promotor y activista en el Círculo de Periodistas de Paraná. En colaboración con Julio Meirama tradujo al poeta turco Nazim Hikmet. Entre su obra se cuentan los estudios relativos al mate, su campo semántico, las particularidades botánicas y los secretos del cebar. Su libro “El mate, arte de cebar” lleva numerosas ediciones. Asimismo realizó un estudio sobre el Martín Fierro de José Hernández. Dirigió la página cultural de El Diario de Paraná, colaborando con diversos medios periodísticos nacionales como La Nación, El Litoral (de Santa Fe), La Capital (de Rosario), entre otros. Establecido en Buenos Aires, se relacionó con los protagonistas del ambiente literario de la época, mientras continuó desarrollando sus estudios sobre el lunfardo. Según los críticos actuales, fue un intelectual dotado para la investigación crítica, tanto en materia folklórica como en cuestiones literarias o asuntos lingüísticos. La Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos editó en 2010 su obra completa, en un trabajo que cuenta con la dirección científica de Sergio Delgado. Algunos títulos de Villanueva: “Versos para la oreja”, “Son sonetos”, “Lunfardópolis”, “La mano y otros cuentos”, “El mate”, “Historia de la yerba”, “El problema de la tierra en los pueblos americanos”, “El lenguaje del mate", "Refranero del mate", "Psicología del matero", “El ombú y la civilización”, "Crítica y pico. El sentido esencial del Martín Fierro", "Garibaldi en Entre Ríos.
Luis N. Palma:
El Canónigo Don Luis Nicolas Cayetano Palma nació, en Gualeguay (Entre Ríos), el 6 de Diciembre de 1863. Más tarde, se convirtió en un “Sacerdote y escritor”, que se afincó en Gualeguaychú, “donde falleció en 1894”, con apenas 31 años de edad. Muchas de sus producciones son recopiladas en un libro titulado "Poesías". Se destacó por su talento literario y su rol como poeta de la fe y la patria, y fue también diputado provincial. Se le considera el "Padre de la Ciencia Folklórica" por su pionera labor en la exploración arqueológica y el estudio sistemático del folklore nacional, siendo además un sacerdote muy querido en Gualeguaychú. Se hizo cargo del Curato el 27 de Noviembre de 1887 de manos del Dr. Juan Vilar, Cura de Gualeguay. Uno de los primeros actos de Palma fue la reorganización de la Comisión Pro-Templo, a fin de llevar a feliz término esta gran obra que inaugurara tres años más tardes, precisamente el día 19 de marzo fiesta de San Josè, el santo patrono. En 1888, fue elegido diputado por el Departamento de Gualeguaychú a la Legislatura Provincial, siendo reelecto en 1892. Por aquel entonces el terrible mal que minaba su organismo, fue agravándose perdiendo a poco la vista, hasta morir en Paraná el 27 de Agosto de 1894. Gualeguaychú que tanto le quería, recibió con hondo pesar la noticia de su muerte. Sus restos lo harían en 1919.
Ana Teresa Fabani:
Fabani nació en Concepción del Uruguay, el 6 de marzo de 1922. Cursó su educación básica en su ciudad natal y más adelante se graduó como docente en 1939 en la Escuela Normal Mariano Moreno. Ese mismo año empezó a experimentar diversos quebrantos de salud ocasionados por una temprana tuberculosis y debió mudarse a la ciudad de Córdoba para iniciar un tratamiento. En 1946 se estableció en Buenos Aires, desde donde realizaba viajes a Concepción del Uruguay y a Córdoba. Inspirada en la obra literaria de Rainer Maria Rilke, de Lope de Vega y de Garcilaso de la Vega, en 1943 realizó su primera publicación de poesía en la sección de literatura del diario “La calle” de Concepción del Uruguay. Esa misma década logró publicar su obra en diarios de prestigio como “Clarín” y “La Nación”. Su último libro en vida fue la colección de poemas “Nada tiene nombre”, publicado poco antes de su fallecimiento en enero de 1949. A modo póstumo, fue publicada su novela “Mi hogar de niebla·, una obra autobiográfica la cual no tuvo oportunidad de editar, pues falleció a los 27 años. La novela se imprimió en Buenos Aires en 1950, con un prólogo escrito por el escritor y dramaturgo Ulyses Petit de Murat e ilustraciones del artista Juan Carlos Castagnino. La poetisa surrealista María Meleck Vivanco expresó en una entrevista su admiración con la autora: "Tendríamos que hacerle el homenaje que se merece como mínimo en la Biblioteca Nacional. Era agnóstica, pero con mucha humanidad adentro,…, Con su nivel de ternura tan alto y su extraña belleza, se la veía como iluminada".
Gervasio Méndez
Nacido en Gualeguaychú el 2 de diciembre de 1843, hijo de Gervasio Méndez Casariego y Ambrosia de León, esta última descendiente de Juan Agustín de León, uno de los fundadores de Gualeguaychú, vio transcurrir su niñez y juventud en medio de una época turbulenta de la historia argentina. Como muchos otros de sus comprovincianos, debió formarse en la dura escuela de los autodidactas. Su familia era de escasos recursos, por lo que tuvo que trabajar desde temprana edad y no pudo cursar sus estudios regularmente. A los 16 años comienza a escribir poemas y prosa. A los 20 ya colaboraba (junto a Emilio Onrubia, Manuel Olazábal y Laurindo Lafuente) con el periódico “La Democracia”, de esa época data “A María”, uno de sus poemas más conocidos. En 1870, ingresa al Batallón "15 de abril", una milicia formada por los gualeguaychenses para enfrentar la rebelión del Gral. López Jordán y defender la memoria del General Justo Jose de Urquiza. La milicia es asimilada al Ejército Nacional y actúa en numerosos hechos bélicos. Al final de la contienda Gervasio revistaba como capitán. Al poco tiempo empieza a sufrir la parálisis progresiva que lo atormentará hasta la muerte. Se traslada a Buenos Aires (donde vivirá muchos años bajo el amparo de su hermana Inés Méndez de Cufré) en busca de tratamiento y allí se hace de varios amigos: Carlos Guido Spano, Joaquín V. González, Rafael Obligado, Martín Coronado, Horacio Mendizábal, Olegario Andrade, entre otros. Con el tiempo y pese a su estado, su fama aumenta en Buenos Aires. Durante 1878, ya postrado, funda la revista “El Álbum del Hogar”. A principios del mismo año lo visita Bartolomé Mitre y Vedia, en nombre de la comisión popular que impulsaba la repatriación de los restos de José de San Martín y le encarga un poema alusivo, a lo que el poeta, en principio se niega, aunque termina cediendo cuando Mitre se compromete a declamar él mismo el escrito. El 28 de mayo de 1878 “A San Martín”, es leído por Bartolomé Mitre y Vedia en el viejo Teatro Colón, una vez finalizada su lectura, el presidente Nicolás Avellaneda, poseído del entusiasmo general, se alzó del sillón presidencial para aplaudir con más libertad; los ministros lo siguieron y así todos los presente . Gervasio Méndez quedó, así, públicamente consagrado.
La ausencia del poeta enfermo agregó una nota más a la emoción del momento. Cuando al día siguiente recibió la noticia de semejante reconocimiento, Gervasio Méndez tuvo una de las pocas horas felices de que gozó en su triste vida, el poeta continuará su vida recluido hasta la muerte, solo sale de su casa en 1882, para asistir al funeral de su amigo Andrade. Rubén Darío, tras tomar contacto con su obra y conocer las circunstancias de la vida de Méndez escribe “Baudelaire entristece, Heine da pena, Méndez espanta”. Gervasio Méndez fue un personaje romántico durante auge del romanticismo. Sus versos fueron muy famosos y no era extraño que se recitaran en diferentes situaciones de la vida social de la época.
Dijo Ricardo Rojas, si tomáramos algunas poesías de Mármol, Gutiérrez, Andrade, Guido Spano, Obligado, Almafuerte, Fernández Spiro y Gervasio Méndez, sin salir del siglo XIX, se podría formar una pequeña antología digna de parangonarse con las mejores de América hispana y que contendría lo más característico del sentimiento lírico argentino y de la conciencia técnica en cuanto al verso
Gervasio Méndez falleció en Buenos Aires el 18 de abril de 1897 y sus restos están en Gualeguaychú desde 1943.
A SAN MARTÍN
I
¡No podía morir! Cupo en la tumba
La gigantesca talla de su cuerpo;
Para encerrar su nombre y su memoria,
El hogar de la muerte era pequeño.
No cabía su espíritu grandioso
En la mansión eterna del silencio!
Como el alma de Dios, necesitaba
El espacio sin límites del cielo!
Aquel cóndor altivo que surgía
De entre las nubes del rojizo fuego,
Para tejer su nido de laureles
De los cañones de los hondos huecos;
Aquel brazo potente, que de España
Hizo temblar el formidable cetro,
Y que en la nieve de los altos Andes
Iba a templar su deslumbrante acero;
Aquella alma celeste que exhalaba
Todo el calor de un celestial incendio
Cuando henchida de gloria se cernía
De las batallas sobre el humo denso.
Cayó en la tumba, como caen los astros,
En el sudario de su luz envuelto;
Cayó para dejar sobre la tierra
La memoria inmortal de sus destellos!
No se extinguió, dentro del sepulcro helado
La irradiación de sus gloriosos hechos;
La libertad la recogió en sus alas
Para alumbrar su esplendoroso templo!
Ante ella dobla su altanera frente
Para pedirle inspiración, el genio,
Y va la patria a retemplar su vida
En sus instantes de dolor supremo!
Héroe inmortal! Al recordar tu nombre
Chispear el alma de entusiasmo siento,
Y en vano intenta modular mi lira
De tus victorias el sublime estruendo!
Qué extraño que arda al resplandor del tuyo,
Como un volcán, mi enardecido pecho,
Si hasta las piedras en Maipú incendiaba,
Batiendo el casco tu corcel guerrero!
II
Ah! quién pudiera levantar la vida
Sobre esas nubes que acaricia el viento,
Y en la luz de estrellas y ternuras de ángel,
Bañar el arpa y arrullar tu sueño!
Beber de Dios, en la inspirada frente
El blando acorde de su ritmo eterno
Para decirle, en inmortales himnos,
Que tu memoria, San Martín, no ha muerto!
"El Álbum del Hogar", Año II - N° 48
Elìas Almada
Correo electrónico: almada-22@hotmail.com
Fuentes: Lectores de Paraná Literatura Entrerriana, Civetta, maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio "Gervasio Mendez, el poeta del dolor", publicado por Carlos Ignacio Ratto en grupo "Concepción del Uruguay, historia y turismo", 01 de Noviembre de 2021, Urquiza, Almandòz, Oscar “C. del Uruguay y el dolor de un poeta”, Diario “La Calle, 1997 y Andrés Rousseaux, “Plaza Columna o Constitución”. Ana Teresa Fabani». Concepción, historia y turismo. Marta Liliana Reggiardo PUEBLOS DE ENTRE RIOS. Gualepedia, enciclopedia digital de Gualeguaychú
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