Cualquiera que sea el camino que tomemos, la estrella que nos
guía está en nuestro interior, junto a la brújula que nos señala el
camino. Ambas señalan en una misma dirección, nuestro interior.
Ignoro si esta tierra en la que estamos, es el corazón del universo
o tan solo se trata de una mota de polvo perdida en este infinito
espacio. No lo sabemos, pero tampoco nos importa en grado
sumo. Pues sabemos que felicidad podemos alcanzar.
Nuestra felicidad, no requiere un propósito más elevado para
ser víndicada. Nuestra felicidad no es el medio para fin alguno.
Ella es el fin. Es su propia razón de ser.
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