La barca de nuestro amor, ha decidido navegar por el río de aguas tranquilas. Sus ojos son radiantes como la propia luz del día. Ahora el río conductor de nuestra barca de amor, está pletórico de alegría. En las tardes de invierno, las fantasías se ponen en marcha sentado frente al hogar y escuchando el crepitar del fuego.…
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