No sé si será para combatir las horas de oscuridad o para que el comercio haga su agosto antes de fin de año, ahora entramos en un mes en el que una orden no escrita se impone: TENEMOS QUE SER FELICES. Todo es alegría, sonrisas a diestro y siniestro, cantamos y bailamos en todo momento, brindamos con cava por lo mucho y por lo poco, comemos y bebemos hasta no poder más y en este mundo no cabe la más mínima nota de preocupación ni de amargura. Todo es dicha y juventud a nuestro alrededor. Los…
Continuar