Se puede derramar lágrimas para salar la prosa, sin perder la calma la ilusión y los deseos. Podemos describir un sol radiante y una luna llena con su bello reflejo en el agua mansa del estanque, o un cielo estrellado que cautive nuestra mirada. Podemos hacer del cabello lacio, agua cristalina que corre por el arroyo, tocar el
alma con palabras y frases hermosas. Podemos alumbrar el camino de la vida, con una vela encendida sin jugar en el viento con los sentimientos.Todo eso y mucho más, es fácil lograr con un verdadero amor otoñal.
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