Después del tiempo transcurrido, al día de hoy,
sigo recordando, aquel maravilloso día, que por mera coincidencia
o azar del destino, nos conocimos..
Mi corazón de madera, floreció con un verde nuevo,
y por mi sangre corrió un ligero escalofrío, que me dejó
traspasado en medio de la plaza del suspiro..
¡Me encontraba, ebrio de cariño y desnudo de conveniencias!!
¡Cómo quijote vestido con armadura de lirios!!
Sabía, que te quería tanto de día como de noche, y también,
cuando el trigo le habla de amor a la tarde, a la sombra morena
de los olivos..
¿Qué lluvia, que cariño loco, me transformó en pura yedra,
que crece pegada a tu cintura?
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA