Ella es tentadora, atrayente, dulce como la miel,
delicada y transparente como el cristal, profunda
como el mar, misteriosa, romántica como un poema,
Acogedora como el hogar, aventurera como el viento.
Estimulante como el buen vino de crianza,
atrevida como el abismo, y cálida como la primavera.
¡Ella, es así!!
Señor, no permitas nunca, -que con el paso del tiempo-,
las penas de amores, logren hurtarle el brillo
de su mirada, al buscar nuevas ilusiones amorosas.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA